Cómo manejar los alimentos “ocasionales”

Mamás, sabemos que todos los días trabajas mucho para alimentar a tus hijos/as de una manera que los mantenga sanos y felices. ¡Nos encanta eso! Pero también sabemos que pasan muchas cosas en la vida, y que puede haber algunas ocasiones en las que tu hijo/a quiere un alimento que tú sabes que no es el más saludable para él/ella. Ya sea que vean una caja atractiva de cereal azucarado en el supermercado, que vayan a una fiesta de cumpleaños en la que se sirvan dulces, o que quieran papas fritas en cada comida, ¡equilibrar alimentos menos saludables con opciones más sanas puede ser difícil! Pero no te preocupes, ¡aquí estamos para ayudarte! En esta publicación te estaremos dando muchos consejos y recomendaciones para ayudarte a manejar las solicitudes de “alimentos ocasionales” que te piden tus hijos/as para incorporarlos a una alimentación saludable. Aunque no lo creas, alimentos saludables y alimentos ocasionales pueden formar parte de una dieta sana.  

¿Qué es un alimento ocasional? 

Foto de Pexels por Cottonbro

Primero lo primero, puede ser muy útil no etiquetar los alimentos como “buenos” o “malos”. Cuando llamamos a los alimentos buenos o malos, puede ocasionar que un/a niño/a se sienta mal por comer los alimentos “malos”, o viceversa. A pesar de que es importante que los/as niños/as aprendan sobre los alimentos y comprendan qué es saludable para ellos/as, los alimentos son sólo alimentos; y lo que comes no te hace bueno o malo. Es por eso que nos gusta llamar alimentos “ocasionales” a aquellos que son menos saludables. Piensa en papas fritas/frituras, galletas, papas a la francesa, refresco/soda, cereal azucarado, dulces, etc. Estos alimentos no son malos, simplemente no son alimentos que se deban incluir en cada comida, por lo cual les decimos alimentos “ocasionales”, ¡porque deben disfrutarse sólo parte del tiempo!  

Evita prohibir alimentos 

Alimentos ocasionales son sólo eso: alimentos que se deben comen a veces. ¡No se llaman “alimentos que nunca se comen”! Permitir que de vez en cuando tu hijo/a coma una galleta o una porción de papas fritas puede ayudar a que tenga una relación más saludable con ese alimento. Los estudios demuestran que los/as niños/as que tienen prohibido comer alimentos ocasionales a menudo comen más de ellos cuando se presenta la oportunidad, como cuando están fuera de casa. La realidad es que los/as niños/as estarán expuestos a toda clase de alimentos fuera de casa, y queremos que sean capaces de disfrutar alimentos menos saludables de una forma sana, lo que significa que coman una pequeña cantidad de ellos, los disfruten, y sigan adelante; en lugar de comerlos en exceso o acapararlos debido a que rara vez tienen acceso a esos alimentos.   

¿Qué tan seguido es “ocasionalmente”?

Foto de Pexels por cottonbro

¡Buena pregunta! A final de cuentas, eso depende de tu familia y de ti. Los postres de los viernes en la noche pueden ser tu “ocasionalmente”; o tal vez “ocasionalmente” significa los eventos especiales que ocurren, como una fiesta de cumpleaños. Lo más importante es la forma en que los alimentos ocasionales se sirven, o la estructura alrededor de los alimentos ocasionales. Al igual que las comidas, queremos que los alimentos se disfruten, pero que no sean ‘libres para todos’. Enséñale a tu hijo/a cómo disfrutar los alimentos ocasionales con una mentalidad saludable, sirviendo estos alimentos en un plato/recipiente y pidiéndole a tu hijo/a que se siente con otras personas mientras los come, en lugar de estar de pie o comérselos en frente del televisor. Disfrutar alimentos ocasionales con otros es una gran forma de fomentar la relación de los/as niños/as; y recuerda: los/as niños/as siguen el ejemplo de sus padres. Si tus hijos/as te ven que disfrutas una porción específica de alimentos ocasionales, es más probable que ellos/as hagan lo mismo.  

Habla con los/as niños/as sobre los alimentos y cómo los/as hacen sentir 

Debido a que los alimentos ocasionales tienen menor valor nutricional, es más fácil consumirlos en exceso, ya que no te te dejan sintiéndote lleno/a o satisfecho/a. Por eso es importante hablar con tus hijos/as sobre los alimentos que les gustan y cómo les hace sentir su cuerpo. Por ejemplo, si tu hijo/a te pide una papas fritas/frituras puedes decir ‘las papas fritas están bien de vez en cuando, pero ¿por qué no intentamos algo que te haga sentir más satisfecho/a y que te dé energía para jugar afuera después?’ Animar a los/as niños/as a pensar sobre cómo se sienten después de alguna comida o un refrigerio/merienda también es muy bueno, pues les ayuda a reconocer cuando se sienten llenos/as y a poner atención a las señales de su cuerpo. Cuando están atentos a sus cuerpos, los/as niños/as son más capaces de autorregularse, lo que significa que saben cuánta comida necesitan y así no comen menos o mas de lo que requieren.  

 Todo se relaciona con la estructura y el apoyo 

Cuando le das a tus hijos/as una estructura de apoyo en torno a la alimentación se sienten seguros y dispuestos a aprender y explorar. El tener estructura con respecto a los alimentos ocasionales, como determinar la frecuencia con la que se consumen y la manera en que se sirven, ayuda a tus hijos/as a aprendes hábitos saludables sobre los alimentos ocasionales. Apoyando a los/as niños/as para que tomen decisiones saludables por sí mismos/as, mejoran su forma de alimentarse de manera saludable y pueden disfrutar los alimentos ocasionales de una manera adecuada: ¡de vez en cuando!  

¿Tienes alguna pregunta sobre alimentos ocasionales? ¿Cómo estableces estructura en casa alrededor de los alimentos ocasionales?